Buenos días, buenas tardes o buenas noches “monetes,» me llamo Pablo y os doy la bienvenida a “Comicalla”. En este espacio me encargaré de poneros al día en lo que a cómic se refiere: manga japonés, anime, cómic europeo, americano, etc.
También hablaré sobre los distintos géneros que podemos encontrar en cada uno de los estilos mencionados y me tomaré la libertad de recomendar algunos títulos. Espero que estas recomendaciones sean del agrado de veteranos y profanos.
Antes de comenzar, puede ser interesante recordar de donde viene el término que da nombre a este género literario. Se conoce como cómic o historieta a una serie de dibujos que forman un relato, tanto si tienen texto, como si carecen de él. El ensayista y teórico de cómics Scott McCloud lo define de la siguiente forma: Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u obtener una respuesta estética del lector.
Durante gran parte de su particular historia, el arte del cómic ha sido calificado como un producto cultural menor, un subgénero literario indigno de cualquier tipo de elogio. No fue hasta la década de los sesenta cuando presenciamos su reclamación artística. Maurice de Bévère (conocido como Morris) y luego Francis Lacassin, historietista y guionista respectivamente, propusieron considerarlo como el “noveno arte”, aunque es anterior a otras disciplinas que hoy en día se consideran como octavo arte (fotografía, de 1825) y séptimo arte (cine, de 1886). Posiblemente, este último medio, junto con la literatura, sean los que más le hayan influido; pero no hay que olvidar que su estética ha trascendido de las páginas de papel para ejercer, a su vez, de inspiración para la publicidad, el diseño, la moda y el propio cine.
Al igual que cualquier tendencia artística que se precie, el cómic suele variar dependiendo del lugar de donde provenga, y no solo con respecto al estilo de dibujo, que es un factor importante (no es lo mismo el manga, que el cómic francés). Hay lugares del mundo en el que el cómic es más respetado y tiene un prestigio equiparable a cualquier otra obra literaria.
Aunque pueda parecer una tontería, el formato y la calidad de las tapas, puede influir bastante; en España siempre se editaban los comics en tapa y portada de papel, por ejemplo, “El Jabato”, “El Capitán Trueno” o “Hazañas Bélicas”; de esta manera el cómic se convertía, desde su manufactura, en un producto desechable, si se rompía te comprabas otro.
Como ya lo habías leído no tenías que conservarlo; además, no aguantaba bien el paso del tiempo. Pero en Francia, por el contrario, cuando se editó el primer cómic de Albert Uderzo y René Goscinny, “Astérix el Galo”, tuvieron la feliz idea de ampliar el tamaño hasta lo que hoy se conoce como formato “A4”, y la cubierta pasó a ser de tapa dura.
Se conservaban mejor, ya no eran algo de usar y tirar, sino que se guardaban y, lo que es más importante, se heredaban, pasaban de padres a hijos. Normalmente al hijo le fascinaba aquello que había leído y se aficionaba al cómic contemporáneo; de esta manera, muchos franceses que de pequeños leían “Tintín” o “Asterix”, al crecer se fijaron en el trabajo de autores imprescindibles como Milo Manara o Jean Giraud (Moebius). Junto a la aparición de nuevos autores y guionistas y de una generalización de la cultura del cómic, Francia pasa a ser uno de los países referentes dentro de este arte gráfico.
Actualmente el cómic está en alza, y aunque su éxito parece pasar desapercibido en nuestro país ha ido ganando poco a poco un gran número de adeptos, fomentados también por el cine o la publicidad. Aparte de los superhéroes de DC y Marvell que ya conocemos de sobra (“Batman”, “Superman”, “Linterna verde”, “Spiderman”, “ Iron man”, “Thor”, …); podemos encontrar éxitos como “Blacksad”, “La piel del Oso”, “Jazz Maynard” o “Skydoll”, por parte del cómic europeo; “Watchmen”, “Sin City”, “300” o “Kick-Ass”, originarios de EE.UU; y “Naruto”, “Rurouni Kenshin”, “Fairy Tail” o “Shingeki no Kyojin”, de Japón.
Bueno, como podéis ver el cómic tiene su propio universo y, al igual que el nuestro, se expande. Como ya mencioné anteriormente, iré recomendado algunos títulos y, si es posible, os diré donde pueden adquirirse si deseáis comprarlos.
Espero que tengáis una lectura entretenida y absorbente, de mis artículos y de todos los cómics que podáis. Me despido de momento, pero amenazo con volver y seguir hablando e informando de este género literario; de modo que hasta pronto.
Pablo Burgos
Mondo Monete 