¿HASTA DÓNDE PODRÍAS LLEGAR POR UN SUEÑO? “DE RATONES Y HOMBRES”

No debería ser un desconocido para el lector medio el nombre de John Steinbeck. El premio nobel de literatura dejó un enorme testimonio de su maestría con varias novelas que se han convertido en inmortales, y que han superado a la perfección el test del tiempo. ¡Qué decir a estas alturas de “Las Uvas de la Ira” o “Al Este del Edén”! Pero de entre todas sus obras, hay una en particular que fue, y ha sido, la más criticada y la más alabada a partes iguales.

fotoratones

Publicada en 1937, cuenta de forma bastante quijotesca, la trágica historia de George Milton y Lennie Small, dos trabajadores de rancho errantes, que caminan en busca de trabajo – y sueños – a lo largo de California en la época de la Gran Depresión.

“De ratones y hombres” es novela corta. Aunque sus altas dosis de diálogos, ha hecho posible su fácil adaptación al teatro. Y hasta la actualidad, no ha parado de representarse, como si de otro clásico del género se tratase. Pero precisamente esos diálogos, han sido el motivo de crítica de muchos intelectuales a la hora de valorar este libro. Ese lenguaje vulgar, desmedido y duro, no ha sido plato del gusto de muchos paladares. Es precisamente ese tipo de jerga, dentro de una cruda realidad, el que ha embrujado a muchísimos lectores desde su publicación.

Sus dos protagonistas, sin prácticamente nada, solo poseen un sueño:

  • “¿Podríamos vivir como príncipes?
  • Claro – afirmó George – Tendríamos toda clase de verduras, y si quisiéramos un poco de whisky podríamos vender huevos, o cualquier cosa, o un poco de leche. Viviríamos allí. Ésa sería nuestra casa. Nada de andar de un lado para otro y comer lo que nos da un cocinero japonés. No señor, tendríamos nuestra propia casa, y no dormiríamos en un barracón.
  • Háblame de la casa, George – rogó Lennie”.

George Milton es un tipo listo, pero sin formación, y Lennie Small, un hombre corpulento y con mucha fuerza, pero con habilidades mentales muy limitadas. Esa fraternidad, pese a sus diferencias de inteligencia, se va fortaleciendo conforme va avanzando su historia:

“Muchas veces ha hecho cosas malas, pero nunca con maldad”

No deja de ser interesante el trato tan sencillo y llano a ciertos temas a lo largo de esta novela. Los diálogos que se entablan refiriéndose a las pocas mujeres que aparecen, es un tanto disuasorio, aunque no por ello deja de ser respetable en según qué partes:

  • “¿Estás seguro de que esa mujer no entró, igual que entró hoy aquí?
  • No, no estuvo aquí […]
  • A mí, que me den un buen burdel en el pueblo. Allí puede ir uno y emborracharse y librarse de todo lo que le sobra en el cuerpo, y nada de líos. Y uno ya sabe cuánto va a costar. En cambio, estas otras cosas son como sentarse en un barril de pólvora”.

Muchos y distintos son los personajes que concurren en la novela con diferencias de jerarquía, de edades, de estrato social. Pero sin duda, hay uno en concreto cuya aparición no dejará indiferente a nadie. Sus frases y esa forma de relatar su agónica historia realzan la fuerza de los diálogos de la novela:

“Si yo digo algo, no importa nada, porque no es más que un negro quien habla”.

Grupos de música (desde Kate Perry hasta Megadeth), multitud de series de televisión (Lost, Mentes criminales, The Shield), y muchos artistas en general, se han visto inspirados por este libro y lo han reflejado de forma indirecta e indirecta. La popular serie Lost rescató la atención de este clásico de la literatura norteamericana en uno de sus capítulos más impactantes, en el que citó, de forma un tanto modificada, una de sus frases que se encuentran en esos diálogos tan penetrantes:

“Un hombre necesita a alguien, alguien que esté cerca. Uno se vuelve loco si no tiene a nadie. No importa quién es el otro, con tal de que esté con uno”.

Y como no podía ser de otra forma, su final es inolvidable. Duro, pero inolvidable. Porque los sueños, no son fáciles de cumplir.

Satur Romero Márquez

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